Con la nueva “NO” reforma energética, que ha entrado en vigor en este recién iniciado mes de agosto, se contempla, como una de las medidas “estrella”, una revisión en profundidad de los peajes de transporte y distribución de la electricidad. Con la revisión de estos peajes de acceso también sobre el coste regulado del término de energía (a la baja), éste se verá reducido, a cambio de una subida aún mayor del término de potencia. Este texto actual por lo tanto, conllevaría la reducción del precio unitario del kWh, disminuyendo por lo tanto la rentabilidad de cualquier instalación concebida desde la eficiencia energética.
Pero evaluemos el impacto económico de esta nueva regulación sobre la industria con proceso productivo de gran consumo y, como una imagen vale más que mil palabras, a continuación caracterizaremos los costes energéticos de una instalación industrial con:
En la tabla adjunta vemos los incrementos en €/kW y año en la parte regulada del término de potencia (100% regulado):
Los costes derivados del término de potencia referenciados a ambos BOE se presentan en el siguiente cuadro:
El sobrecoste ANUAL por el incremento de los peajes sobre el término de potencia en una planta industrial con las características expuestas pasaría a ser de:
Siendo el sobrecoste mensual de:
Analicemos ahora el coste de la parte regulada del término de energía y referido a un consumo de un mes de junio en la tarifa 6.1 A:
Un mes de junio tarifican los periodos P1, P2, P3,P5 y P6. Supongamos los siguientes consumos por periodo:
Esto supone una reducción del coste regulado del kW.h de 10.225, 03 € sobre el consumo del mes de junio.
En definitiva, esta instalación pagaría, sólo contando los términos regulados de potencia y energía, 1.502,25 € menos que en el supuesto del mismo consumo en un mes de junio y con el nuevo RD aprobado por el gobierno.
Conclusiones
Desde hace ya unos años las políticas de ahorro energético han pasado a ser una cuestión de gran importancia en las empresas y las organizaciones. Cada vez han ido tomando una mayor sensibilización en este asunto, lo que les ha llevado a racionalizar el consumo de kWh mediante medidas de ahorro y eficiencia energética, en algunos casos realizando fuertes inversiones en equipamiento y en soluciones más eficientes sobre sus procesos productivos con un doble objetivo, de una parte un menor coste económico, y segundo promover una actividad empresarial más sostenible.
La nueva reforma energética desincentiva la eficiencia y el ahorro energético y por supuesto la integración de energías renovables sobre los procesos de consumo tanto en industria como en sectores residencial y terciario.
Aquellas plantas e instalaciones industriales que más consuman pagarán menos en sus costes energéticos globales y aquellos que mediante la concienciación y la aplicación de medidas de eficiencia han logrado mejorar la intensidad energética se verán perjudicados por dicha reforma en sus costes globales en energía. ¿Quién puede entender este desaguisado? ¿Hacia dónde vamos?, mejor dicho, ¿hacia dónde queremos ir?. Parece que se van dando palos de ciego ya que esta medida contrasta con otro Real Decreto, de 5 de abril del presente año 2013, por el que se aprobaba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios y que obliga a pasar una serie de requisitos a los propietarios de las viviendas para ahorrar energía.
Pero no se vayan todavía…aún hay más, ya hemos visto sobre quién se va a producir la mayor afección de esta NO reforma energética, pero según las disposiciones actuales, ¿qué sectores van a ser los más perjudicados? Pues sin duda alguna aquellos con mayor estacionalidad. Por descontado también que aquellas industrias que paran su producción en algún momento del periodo estival, o las paradas por Navidad y Semana Santa. Esto va a hacer que en esos momentos puntuales también sus costes eléctricos se disparen por la “tarifa plana” impuesta.
Sectores como el agrario o el turístico pueden verse muy afectados por este cambio ya que hacen un uso intensivo de la energía que varía notablemente según la época del año, requiriendo gran potencia sólo durante unos meses y no necesitando tanta el resto del año.
Benito Grande
Director EFINÉTIKA Soluciones Energéticas, S.L
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